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Ocho grados de la Tzedaká, según el maestro Maimónides

Detrás de la Tzedaká

Ocho grados
El gran maestro Maimónides ha expuesto con precisión los ocho grados de la Tzedaká, te brindo ahora un breve resumen de los mismos, pero te invito a que los estudies directamente de su fuente1:

  1. Ayudar a mantener a alguien antes de que se empobrezca, dándole la oportunidad de auto-abastecerse. No es precisamente "caridad", sino brindar posibilidades para el auto-desarrollo.

  2. Ni donante ni el que recibe se conocen en estos roles del que da y del que recibe.

  3. El donante conoce a quien recibe, pero no a la inversa.

  4. El que recibe conoce al donante, pero no a la inversa.

  5. Se da en la mano del necesitado, pero sin que éste lo solicite.

  6. Se da en la mano del necesitado, cuando éste lo solicita.

  7. Se da menos de lo que se puede, pero con buen semblante.

  8. Se da dinero a desgano.

El ideal: Bondad y Justicia
Por supuesto que el ideal es el octavo grado, en el cual uno no está haciendo caridad, sino que está actuando con miras a alcanzar una mayor "justicia social", asociando al necesitado a una actividad productiva y de auto-abastecimiento.
El necesitado no es un objeto de piedad, sino un sujeto con derecho a obtener con dignidad y sin vergüenzas su sustento.

Este grado es una conjugación armónica entre el Jesed y el Din, entre la misericordia y la restricción, entre la bondad y la justicia.
Puesto que se manifiesta la bondad al desprenderse la persona de una posesión sin esperar nada a cambio, pero al mismo tiempo se reconoce que el prójimo no solamente merece recibir dinero para sus necesidades, sino también dignidad, reconocimiento de su condición de "hijo de Dios".

En su raíz Tzedaká se vincula profundamente con Tzedek, con Justicia. El sentido más elevado de la Tzedaká es posibilitar que se manifieste la Justicia en la sociedad.

Beneficios de dar Tzedaká
Veremos más adelante motivos para hacer Tzedaká, y comprobaremos el probable afán que tienen algunos cuando actúan caritativamente.
Pero incluso el que cumple desinteresadamente, con genuina generosidad, recibe algunos beneficios de su acto de bondad.

Como la Tzedaká, en sus grados más altos, tiende a fomentar la justicia social, el que da se beneficia, puesto que de esta manera se va transformando en una sociedad más equilibrada y pacífica.

Otra ventaja se centra en que ciertamente todos los bienes materiales son limitados.
Es una condición de lo material tener límites.
Entre los límites se encuentra no sólo el hecho de que nuestra cuenta de dinero no es infinita, sino que además está limitada en el tiempo: hoy puedo tener dinero, pero mañana haberlo perdido.
Cuando una persona hace Tzedaká básicamente se está desprendiendo de un objeto material, por tanto limitado, pero está obteniendo la merecida recompensa en el plano espiritual, el cual es ilimitado y no puede ser dañado ni extraviado.

Esto significa que a la hora de entregar dinero como Tzedaká, el donante está sembrando frutos de placer para el Mundo Venidero y promoviendo una vida más saludable en Este Mundo.

¿En qué piensas cuando haces Tzedaká?
Para ayudarte a avanzar en tu dedicación a dar Tzedaká, te presentaré algunos motivos clásicos por los cuales las personas son dadivosas con el prójimo.
Ten presente que sea cual fuera el motivo, lo importante es que el dinero llegue al que lo precisa, para que de esa manera se salve una vida o se desarrolle en cierta forma.

Plano

Posibles motivos

Físico/Material

Hoy por ti, mañana por mí.
Dios recompensa al que da.
Le doy para que se vaya y no me moleste o afecte.
Por karma (o alguna entidad esotérica) debo dar para no sufrir tormentos.

Emocional

Me da pena el pobre.
Que bueno que soy.
Me hace sentir bien ayudar a los pobrecitos.
Podría ser mi hijo (padre, hermano, etc.).
Podría ser yo...

de los Deseos o Social

Doy para recibir elogios, aprobación o alguna ventaja.
No es justo que haya necesitados.
Es bueno hacer caridad.
Es mi deber.

Intelectual

El pobre es un prójimo y como tal tiene necesidades que yo puedo ayudar a suplir y tiene un honor que preservar.
En verdad ayudar al prójimo es contribuir a corregir el Mundo y esto debe hacerse para que el caos no prevalezca.

Espiritual

Es un precepto dado por el Eterno.
Dios me ha asignado el rol de asociado en la tarea de perfeccionar el Mundo.
El otro y yo somos parte de un organismo, negarle ayuda es imposible.

Lee con clama, imagina ejemplos de cada motivo, plantea aquellos que no he propuesto y encuéntrate.
Si haces así tendrás idea de qué te mueve y podrás así saber hacia donde avanzar.
Por otra parte, si no estás involucrado en hacer Tzedaká, es hora de que reflexiones y encuentres tu camino para hacerlo.

Notas:

1- Mishné Torá, Hiljot Matnot Aniim 10:7-14 y codificado en el Shulján Aruj, Ioré Deá 249:6 - 13.

Artículo publicado en: Serjudio.com

Autor: Moré Yehuda Ribco
E-mail:
comentario@serjudio.com

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